Podrían salir beneficiados de los embargos impuestos a Rusia por la guerra de Ucrania, consideran expertos.
Londres .- Venezuela e Irán, productores de petróleo y objeto de sanciones estadunidenses, podrían salir beneficiados de los embargos impuestos a Rusia por la guerra de Ucrania, consideran expertos.
Esta es una ocasión única para que estos dos países puedan recuperar mercados en Occidente, estima Edward Moya, de la sociedad de corretaje Oanda.
Les conviene aprovechar este momento de intensificación de sanciones contra la energía procedente de Rusia”, el nuevo enemigo número uno de Occidente, comenta el analista.
Francia ya abogó, durante la cumbre del G7 en Alemania, por una “diversificación de suministros” procedentes de Irán y Venezuela y frenar así la brutal alza de los carburantes provocada por la guerra en Ucrania.
El Brent del mar del Norte, referencia del crudo en Europa, ha subido 20% desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, mientras que el estdunidense WTI, ha ganado 22 por ciento.
Entre los factores que causan esta subida figuran la prohibición de importar hidrocarburos rusos, con un embargo estadunidense en marzo y medidas similares adoptadas a principios de junio por la Unión Europea.
En este contexto, los 23 miembros de la Opep+ están sometidos a presiones internacionales para aumentar su oferta y garantizar un precio justo tanto para los consumidores como para los productores.
Emiratos Árabes Unidos alega haber llegado al máximo de sus posibilidades, y Arabia Saudita se mantiene en la reserva, comentó el presidente francés, Emmanuel Macron.
Los expertos ven en la reticencia de Arabia Saudita la voluntad de no incomodar a su aliado Rusia, el otro gran pilar de la Opep+.
Por tanto, sólo quedan Irán y Venezuela, de momento sometidos a sanciones de Washington.
Juntos, los dos países podrían aportar “una cantidad sustancial de petróleo al mercado de forma bastante rápida”, afirma Craig Erlam, de Oanda.
Irán tiene una capacidad de hasta 4 millones de barriles diarios y Venezuela podría producir hasta un millón, según estimaciones de Swissquote.
Los tiempos complicados exigen medidas extremas”, subraya Stephen Innes, de SPI Asset Management.
Del lado iraní, todo dependerá de las imprevisibles negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán, cuyo objetivo es reintegrar a Estados Unidos al acuerdo de 2015 y que la república islámica respete íntegramente sus compromisos a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales.
Después de tres meses de bloqueo, las conversaciones se han reanudado en Qatar, de forma indirecta, entre Teherán y Washington.
Incluso sin esperar a un acuerdo, “Estados Unidos podría autorizar la oferta de barriles iraníes en el mercado”, opina Innes.
Del lado de Venezuela, país que dispone de las más grandes reservas de petróleo probadas del mundo, la Casa Blanca anunció a mediados de mayo que se aligeraban algunas de las sanciones impuestas en 2019.
Washington había roto las relaciones diplomáticas e impuesto un embargo petrolero con el objetivo de sacar del poder a Nicolás Maduro tras las controvertidas elecciones de 2018.
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