SAN ANTONIO, Texas — Algunos líderes católicos de San Antonio han estado pasando tiempo en Uvalde consolando a las familias afectadas por el tiroteo masivo del martes en la escuela primaria Robb. Entonces, esta mañana, el séptimo desayuno anual de oración del arzobispo se convirtió en una oportunidad para reflexionar.
El desayuno de oración del arzobispo había sido planeado mucho antes de la tragedia en Uvalde, pero es lo primero en la mente de todos. El alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, quien estuvo presente, dijo que era una buena oportunidad para apoyar al arzobispo de San Antonio, Gustavo García-Siller.
“Es una oportunidad para que escuchemos, desde su perspectiva, lo que está sucediendo con las familias y también para apoyarlo porque lleva una carga muy grande en todos nuestros nombres, incluido Uvalde en este momento”, dijo Nirenberg.
El arzobispo ha estado en Uvalde durante los últimos dos días con organizaciones benéficas católicas que ofrecen servicios a la comunidad después de que un hombre armado se llevó violentamente la vida de diecinueve estudiantes de cuarto grado y dos maestros.
“En este momento, Caridades Católicas ya está en Uvalde”, dijo Antonio Fernández, CEO de Caridades Católicas para la Arquidiócesis de San Antonio. “Pasamos todo el día de ayer con terapeutas para brindar servicios de Salud Mental a la comunidad, a las familias afectadas”.
El arzobispo dijo que los miembros de la iglesia católica, que está en contra del aborto, deberían estar tan preocupados por las vidas perdidas por la violencia armada.
“Ser consistente, ese es el desafío para los creyentes”. Dijo el arzobispo de San Antonio, Gustavo García-Siller. “Si no respetamos cada vida como un principio, no somos pro-vida”.
Dijo que el trabajo que más le interesa consiste en garantizar que cada vida sea respetada.
“Cada vida es preciosa”, dijo. Cuando se le preguntó si esa actitud podría traducirse en apoyo a algún tipo de control de armas o cambio de política, el Arzobispo respondió: “Esperamos. Esperamos”.
“Las armas han sido los instrumentos, las herramientas para las muchas muertes y tiroteos en los Estados Unidos”, dijo.
Incluso invocó el segundo mandamiento, comparando la forma en que la gente en los Estados Unidos trata las armas con la adoración de ídolos.
“Las armas son consideradas ídolos en nuestro país y particularmente aquí en Texas”, dijo García-Siller. “Y hasta que nos rindamos, y dejemos de idolatría, y veamos a las personas primero antes que nosotros, podremos ser consistentes con nuestro mensaje, fieles a los valores del Evangelio y fieles a Dios”.
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