Cientos de migrantes, la mayoría de ellos procedentes de Senegal, han desbordado el aeropuerto de Madrid-Barajas, provocando saturación de servicios y el que la Cruz Roja haya «tirado la toalla».
Los migrantes esperan hacinados en habitaciones y dormitorios para solicitar la protección internacional o ser deportados. «El hacinamiento e insalubridad han alcanzado puntos críticos, provocando plagas de chinches, acumulación de basura», con personas obligadas a dormir en «colchones inflables en el suelo y en ocasiones compartiendo cama», denunció la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), una ONG que ha seguido de cerca el fenómeno.
Según la CEAR y la policía madrileña, el número de inmigrantes que esperaban en Barajas fluctuaba entre 390 y 450 a finales de enero, en comparación de los 250 registrados a finales de diciembre.
España es uno de los principales puntos de entrada de migrantes ilegales a Europa. En 2023 entraron ilegalmente en el país 56 mil 852 personas, casi el doble que en 2022.
You must be logged in to post a comment Login