Estados Unidos vuelve a asomarse este sábado a la posibilidad de un cierre del gobierno federal, una suerte de tradición de las administraciones divididas entre republicanos y demócratas en el país, pero que, en este caso, llegaría en un momento delicado para la primera economía del mundo.
Todavía faltan unas horas para que expire el financiamiento federal para el año fiscal 2023, pero parece poco probable que ambas cámaras del Congreso acuerden aprobar incluso un plan de financiamiento a corto plazo para mantener las agencias federales mientras se ponen en forma presupuestos para 2024.
La barrera más grande es un pequeño pero poderoso grupo de legisladores republicanos que apoyaron al expresidente Donald Trump (2017-2021) y están descontentos con el traslado de Kevin McCarthy de la Cámara Baja a la Casa Blanca para aprobar en mayo pasado un plan que impidió a la nación entrar por primera vez en su historia.
Pero si bien en aquel caso las consecuencias de un impago de la deuda pública hubieran sido devastadoras para la economía estadounidense, la mayoría de analistas coinciden en que un cierre del gobierno, al menos de forma inmediata, no tendría un gran impacto.
You must be logged in to post a comment Login